Si hubiese un séptimo sentido, porque muchos ya tienen un sexto, la niebla desaparecería.
Pero como no lo hay, no paramos de darnos golpes, poca claridad que hace la vida más intrigante.
Caducan los políticos, diplómaticos, grandes jefes de Estado, caducan las grandes instituciones, las pirámides, la historia, caducan las guerras y los movimientos pacifistas, caduca la tiranía y la democracia, caducan las tecnologías, las metodologías, teoremas, principios e incluso axiomas.Caducan las personas. Pero la libertad, la libertad nuncacaduca.
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