Caducan los políticos, diplómaticos, grandes jefes de Estado, caducan las grandes instituciones, las pirámides, la historia, caducan las guerras y los movimientos pacifistas, caduca la tiranía y la democracia, caducan las tecnologías, las metodologías, teoremas, principios e incluso axiomas.Caducan las personas. Pero la libertad, la libertad nuncacaduca.
viernes, 26 de noviembre de 2010
Antes de todo, el mar siempre estaba, siempre era.
Pero en Madrid no hay mar, y es como si no acabase el cemento ;como si nunca hubiese sido ni nunca hubiese habido.